Se rememora cada 8 de marzo en memoria a dos huelgas organizadas por mujeres por trabajadoras que hicieron historia en materia de lucha por la igualdad de derechos de las mujeres.
Como hace más de 100 años, cada 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer, se recuerdan dos huelgas realizadas por trabajadoras que pasaron a la historia de la lucha por la igualdad de derechos de las mujeres, una en 1857 y el otro en 1911, si bien la historia asegura que ambos sucesos coincidieron en 8 de marzo, no hay pruebas que lo certifiquen.
La huelga de 1857 fue llevada adelante por trabajadoras textiles de la compañía Lower East Side de Nueva York, En esos tiempos, la gran mayoría de los trabajadores en la industria textil eran mujeres, las jornadas laborales eran de 12 o más horas diarias, en condiciones deplorables y con una remuneración miserable, hasta un 70% menor al percibido por los hombre.
Bajo estas circunstancias, las trabajadoras decidieron ir a la huelga demandando mejores condiciones laborales, reducción de la jornada laboral a 10 horas y salario equiparado al de los hombres, entre otros reclamos. Organizaron una marcha por la ciudad para denunciar los hechos, pero lo único que obtuvieron fue una brutal represión por parte de la policía hacia las manifestantes que disolvió la marcha y catapultó la huelga.
La huelga de 1911 es la más recordada por su trágico final donde fallecieron 123 mujeres. En un contexto donde alrededor 40.000 costureras industriales de Estado Unidos se declararon en huelga reclamando la igualdad de derechos, reducción de jornada, derecho para unirse a los sindicatos y el cese de la explotación infantil, trabajadoras de la fábrica de camisas Triangle de Nueva York, tomaron la fábrica ante la negativa de atender sus reclamos.
Los responsables de la fábrica habían cerrado todas las puertas de las escaleras y las salidas, una práctica común para evitar el hurto de mercancía, se desató un feroz incendio, el que nunca se pudo saber si fue o no intencional, y las mujeres murieron, Muchas de ellas, al no poder escapar del edificio en llamas, saltaron desde los pisos octavo, noveno y décimo a la calle. La mayoría de las víctimas eran mujeres jóvenes inmigrantes de entre catorce y veintitrés años, la víctima de más edad tenía 48 años y la más joven 14 años.
En 1909 se celebró por primera vez en los Estados Unidos de América el Día de la Mujer Trabajadora, respondiendo a una declaración del Socialist Party of America.
Un año más tarde, la revolucionaria alemana Clara Zetkin propuso celebrar en Copenhague -en recuerdo a las trabajadoras de la industria Cotton- el 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
En 1911, más de un millón de mujeres y hombres europeos participaron en diversas manifestaciones por demandas de igualdad para la mujer. Tras estas primeras reclamaciones a favor de la igualdad de derechos, de a poco, se fueron aprobando diferentes leyes que respaldaban las reivindicaciones de la mujer, como el aumento de salario o el derecho a voto, librándose así de las convenciones sociales que la han oprimido históricamente.
En 1977, las Naciones Unidas declararon el 8 de marzo como el “Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional”. El color morado con que se identifica este día se debe a que era el tono del tejido que las obreras estaban confeccionando el día que murieron. Este hecho motivó a las distintas organizaciones femeninas del mundo a establecer, en 1921, el 8 de marzo como “el Día Internacional de la Mujer”.