En un acto organizado por Leandro Santoro, del cual participaron Matías Lammens y Gisela Marziotta, el radicalismo alfonsinista brindó su apoyo a Fernández de cara a las elecciones de octubre.
El lunes por la noche en el histórico Salón Lalín (Moreno 1949), el candidato a presidente del Frente de Todos recibió el apoyo de un importante número de militantes y dirigentes alfonsisnistas.
Del evento impulsado por el legislador radical de Unidad Ciudadana (UC), Leandro Santoro, participaron, Alberto Fernández, Matías Lammens, Gisela Marziotta, Leopoldo Moreau, Sergio Palazzo, Norma Fuentes, Gustavo Melella, Magdalena Odarda, Cecilia Moreau, Arturo Bonín y Nito Artaza, entre otros referentes.
En el acto, los alfonsinistas expresaron públicamente su apoyo a la candidatura de Lammens y de Fernández. El orador del cierre del acto, fue el propio Alberto Fernández.
“Yo también soy resultado de Alfonsín”, fue una de las primeras frases del discurso de Alberto Fernández en el Club Lalín. Fue en ese marco en donde un sector del radicalismo autodenominado “alfonsinistas” respaldó en público la candidatura de Fernández.
El acto comenzó con un fuerte y emotivo discurso inicial del radical y legislador porteño de Unidad Ciudadana, Leandro Santoro, quién apuntó contra el oficialismo al manifestar que “se queden tranquilos porque nadie les va a filtrar conversaciones privadas”.
Además, agregó que “comer no va a ser un privilegio con el gobierno de Alberto” y que “se va a gobernar para el interés común, se acabó el privilegio corporativo. Las decisiones se van a tomar en la Casa Rosada y no en Washington”.
Alfonsín fue un hombre inigualable, de una enorme generosidad y una mayor capacidad política. Por eso me pone muy contento compartir espacio con quienes se reivindican alfonsinistas.
Entre todos, más allá de nuestras pertenencias políticas, vamos a poner a la Argentina de pie. pic.twitter.com/nXhpiS9fqN
— Alberto Fernández (@alferdez) September 24, 2019
Antes de comenzar su discurso, Fernández felicitó a Santoro por “decir muy bien lo que vamos a hacer” en un eventual gobierno del Frente de Todos.
El radical citó el “contrato social” que mencionó Cristina Fernández de Kirchner en la presentación de su libro Sinceramente en Misiones. En esa línea, argumentó: “La batalla contra el neoliberalismo es la batalla por construir un nuevo consenso social. Tiene un componente ético nuestra
pelea”.
“Alfonsín fue un hombre que siempre respondió con políticas a cada desafío. Nunca fue un hipócrita y se plantó a decir con franqueza. Un día explicó a la sociedad rural lo que tenía que explicar. Nos quieren hacer creer qué hay que cuidar cada palabra. Uno sólo tiene un compromiso con la gente y con sus ideas, eso me enseño Alfonsin”, proclamó el candidato presidencial del Frente de Todos en su discurso.
Y continuó: “Un día le dije a Néstor que deberíamos tener un gesto con Alfonsín, y ahí lo convencimos que nos acompañara a la asunción de Benedicto XVI, y nos acompañó al Vaticano. Allí me llama Néstor, que estaba en una pizzería en Piazza Navona (Roma). Ahí lo lleve en auto a Alfonsín. Se me puso a hablar ahí, en tiempos despiadados para el radicalismo. Alfonsín me dice ‘¿cómo vería usted si yo fuera presidente de la convención?’, y yo le dije que no tenía que involucrarse en eso, que se preservara porque era una institución y era un momento muy manoseado, que no se meta en el barro. Y se quedó callado 30 segundos, y me dijo ‘¿¡Y usted quién es para decirme eso si es peronista!?’, y me fue retando hasta llegar a Piazza Navona. Alfonsín era un tipo enorme y quería salvar al radicalismo como un militante”.
“Tenemos que construir una democracia participativa hay que construir una ética de la solidaridad. Cuando Cristina habla de construir un nuevo contrato social habla de esto. Es la perspectiva del que tiene menos, porque respetamos la dignidad de la vida, tenemos que hacer algo por el otro. No hablamos de reforma constitucional, vamos a luchar contra las injusticias. Vamos a garantizar la educación pública”, aseguró Fernández.
Por último, Lammens celebró el apoyo del radicalismo como una “muestra de la unión de la familia progresista” y propuso continuar el desafío para captar los votos de los porteños que no votaron a su espacio.