El miércoles 21 comenzará a definirse una de las licitaciones más importantes de la Ciudad: la operación y mantenimiento del subterráneo, que implica un negocio de más de $5.500 millones anuales.
En efecto, en el Boletín Oficial del Gobierno porteño se publicará el llamado para darle el servicio a un nuevo operador, quien será responsable desde el 1° de enero y por un plazo mínimo de 12 años, de las seis líneas (más las próximas que se construyeran a futuro) y el Premetro.
La licitación terminará con 25 años de explotación por parte de Metrovías (Grupo Roggio). De los cuales los últimos cinco fueron en estado de emergencia, a partir del traspaso del subte en 2012 de Nación a Ciudad. Pero la empresa no piensa excluirse de la convocatoria, ya que volverá a presentarse, puede hacerlo sola o acompañada de un jugador externo. Los consorcios oferentes tienen un límite de hasta cuatro miembros.
Hasta el momento trascendió que hay al menos siete empresas internacionalesque manifestaron interés y cumplen con los requisitos: 15 años como operador de subterráneos de 30 kilómetros de extensión mínima; 180 millones de pasajeros transportados en forma anual desde 2015 y hasta 2017; experiencia en mantenimiento de infraestructura, material rodante, instalaciones y equipamiento; entre otros. “Tienen un altísimo nivel. Son de Italia, Francia, Alemania, Inglaterra, Canadá y tal vez haya una sorpresa latinoamericana”, dijo Eduardo De Montmollin, Presidente de SBASE. Sobre esa posibilidad se especula con un consorcio entre Chile y Brasil.
Las condiciones del contrato de concesión difieren, en especial, en el modo de pago y la extensión. El acuerdo actual fija una explotación de veinte años con renovaciones sucesivas por uno o dos años; extensiones a las que apeló Metrovías. A futuro, serán a doce años con posibilidad de sumarle otros tres. Y el costo para la Ciudad ya no será fijo, sino variable. Se medirá en pesos en forma mensual y por kilómetro recorrido en viajes comerciales. Además, los aumentos en los costos de producción ya no serán absorbidos por SBASE, sino por el operador.
Entre sus obligaciones también estará incorporar al personal en relación de dependencia, con excepción de los cargos gerenciales. La calidad del servicio, la expansión de la red y la definición de la tarifa usuario quedará bajo el criterio de SBASE.