Aún resta finalizar con algunos trámites y habilitaciones, pero el proyecto apunta a convertirse en realidad. La nueva atracción estará ubicada en Puerto Madero y será similar a la Londinensa.
Como el London Eye de la capital inglesa, la Gran Rueda de la Concorde de París y la SingaporeFlyer del sudeste asiático; la Ciudad de Buenos Aires tendrá su propia y gigante Vuelta al Mundo. Al menos, una empresa ya obtuvo la aprobación para hacerla y los terrenos donde instalarla.
La atracción conocida como Vuelta al Mundo con mirador se llamará Rueda de Buenos Aires. Estará ubicada en el Dique 1 de Puerto Madero, tierras cedidas por la Corporación Puerto Madero luego de varias idas y vueltas en el proyecto. La idea original era montarla en el Dique 2, pero la Universidad Católica Argentina que tiene allí su sede impuso su negativa.
Aunque aún falta realizar numerosos trámites y habilitaciones para su instalación, el proyecto empieza a tomar forma.
La firma adjudicataria es RDBA, cuyos responsables son Hernán de Laurente y Francisco Scoltore, dos hombres conocidos por pertenecer al entorno cercano del conductor Marcelo Tinelli. Según la licitación que ganaron el año pasado aunque recién hace una semana el proyecto fue aprobado esta firma se hará cargo de la construcción y de un cannon que abonará a la Ciudad por la explotación y el uso del terreno. Las obras están programadas para que comiencen en breve para terminar de emplazarla dentro de un año (cuando la zona esté normalizada luego de las obras del Paseo del Bajo que colapsan el tráfico diariamente) y en el mercado ya se habla de la posibilidad de que alguna otra firma internacional intervenga en un proyecto de tan grande envergadura.
La Rueda de Buenos Aires pesará casi 500 toneladas y medirá más de 80 metros, con cabinas cerradas aptas para ocho visitantes y con vista 360 grados para disfrutar de toda la Ciudad. Como las más importantes del mundo, aunque bastante más chica que las más famosas, las cápsulas o cabinas tendrán aire acondicionado y conexión wifi. La idea es que la atracción no sólo sea disfrutada por quienes se suben, pago de entrada mediante, sino también se intenta que se convierta en una postal porteña. Para eso, las cabinas tendrán luces led que la iluminarán por la noche para que sea vista desde cualquier punto de la Ciudad.
En principio, estaría montada sobre pilotes en el agua, en paralelo a la peatonal Juana Manuela Gorriti, cerca de Madero Walk, un salón de eventos también sobre el agua. Fuentes de la Corporación declararon que “se consideró este proyecto de interés turístico, cultural y recreativo y por eso realizó todos los procedimientos administrativos correspondientes, llamando a licitación para el concurso (dentro del llamado de concurso de proyectos integrales) de diseño, construcción, montaje y operación a exclusivo costo y cargo del oferente”, de esas instalaciones.
En el entorno del proyecto aseguran que una atracción de estas características en la Ciudad de Buenos Aires recaudaría por encima de los U$S 5 millones anuales sólo de entradas. El cannon que la compañía pagará está por debajo de lo U$S 300.000.
Atracciones similares a ésta alrededor del mundo cuestan desde U$S 30. Entre las más conocidas además de la de Londres, París y Singapur, están la High Roller de Las Vegas en Estados Unidos, la CosmoClock 21 de Yokohama en Japón y la Melbourne Star de Australia). Hoy están en construcción la DubaiEye (que tendrá 210 metros) y la New York Wheel (de 190,50 metros).