Cada vez se ve más gente andando en bicicleta, uniciclos, y monopatines para ahorrar tiempo y costos; próximamente llegarán más dispositivos y las regulaciones.
Por el aumento del boleto en el transporte público, en el último tiempo, se expandió el uso del transporte alternativo como la bicicleta, el monopatín y el uniciclo. También se pueden ver cada vez más sus versiones eléctricas que invaden las bicisendas porteñas para recelo de los ciclistas tradicionales y sorpresa de los peatones.
Nicolás Fernández se desplaza por Belgrano con un uniciclo eléctrico en el que se va parado, sin pedalear. La velocidad máxima es de unos 18 kilómetros por hora. “Me encanta porque es supertrasladable. Tiene autonomía de unos 15 kilómetros y por lo general con eso me sobra. Pero si se apaga, lo agarro, me subo a un bondi y sigo”, declara a la prensa.
La tendencia de los medios de transporte eléctricos, que ya está instaladísima en Europa, no para de crecer a nivel local. En la Ciudad de Buenos Aires se está preparando una ley para regular los monopatines eléctricos. El plan es incorporarlos al Código de Tránsito porteño (las bicicletas eléctricas ya lo están).
Del lado de los usuarios, los vehículos de transporte eléctrico son ideales para circular por bicisendas, pueden combinarse con otros medios de transporte, permiten reducir enormemente los tiempos de viaje, son ecológicos y, pasada la alta inversión inicial, de muy bajo costo mensual. Por todos esos motivos, cada vez más personas los eligen para ir a trabajar, hacer compras o simplemente trasladarse de manera más lúdica.
“Es el gadget del momento”, sostiene Alejandro Toscani, de GoMobility, una empresa de soluciones de movilidad sustentable. Según informa, su producto estrella, el scooter eléctrico marca Segway, hoy tiene una demanda que supera la oferta. Más allá de ese producto, pronto llegarán otras novedades: “Estamos trayendo otras soluciones de movilidad para particulares y empresas. Una es el MiniPRO, que tiene dos ruedas paralelas, y otro es el Briex1, que es como si les pusieras a tus zapatillas una rueda y vos te desplazaras eléctricamente”. Se encaminan los patines eléctricos.
El scooter que comercializa su empresa tiene una autonomía promedio de 30 kilómetros y velocidad controlada que permite ir hasta 25 km/h. “Es como un tipo andando rápido en bicicleta”, dice. El consumo, afirma, es como el de un celular. “Es fantástico, en tres horas tenés una carga completa. También lo podés plegar automáticamente con un pie y llevarlo como una valija”, cuenta Toscani.
La cuestión de costos juega a la hora de elegir un transporte eléctrico. Los monopatines oscilan entre los $30.000 y $55.000. Las bicicletas van de $28.000 a $75.000. Hay quienes comparan los costos fijos de un auto y se inclinan por las e-bikes.
Según sus cálculos, un auto promedio consume $4,5 por kilómetro, mientras que la bicicleta consume $0,0256 (en concepto del gasto de la electricidad que se consume para cargarla). Partiendo de una distancia de 60 kilómetros por día, que es la autonomía que tienen esas bicicletas, entonces en cinco días laborables quien recorre esa distancia en auto gasta $5400 de nafta al mes, contra alguien que gasta $31 de electricidad.