Soledad Barruti, autora de Malcomidos y Mala Leche, libros que analizan críticamente la industria de la comida, cuestionó el programa alimenticio dispuesto por el Ejecutivo porteño para jardines maternales públicos.
Galletitas dulces. Leche endulzada o chocolatada. Pan y vainillas. Harina blanca y azúcar por todos lados. En esto consiste el menú oficial establecido por el Gobierno de la Ciudad para los jardines maternales públicos. Peor aún, para los bebés lactantes menores de un año, leche de vaca, diluida en agua y azucarada.
“Este menú es violencia”, definió la periodista especializada Soledad Barruti, autora de Malcomidos y Mala Leche, libros que analizan críticamente la industria alimentaria y advierten sobre las consecuencias de un menú basado en productos ultraprocesados. En los días previos al inicio del ciclo lectivo, la investigadora advirtió sobre los riesgos del menú que dispone la gestión de Horacio Rodríguez Larreta para bebés, nenes y nenas en las primeras salitas. “Harina blanca, azúcar, aceite y aditivos. Yogures que son casi golosinas. Leche rebajada con agua para bebés. Quienes lo diseñaron son unos delincuentes”, expresó a través de sus redes sociales.
Barruti remarcó que “según la evidencia que existe los menores de dos años no deberían consumir azúcar agregada. El exceso de azúcar no es una pavada: genera desde caries hasta problemas metabólicos como diabetes tipo 2, y distintas enfermedades degenerativas. Antes que eso condiciona las preferencias en una apuesta por lo dulce que solo tiende a aumentar. El resto de los ingredientes que hacen a este menú tampoco son alimentarios. Harina, aceite, aditivos. Ponen cacao en vez de chocolatada y yogur bebible como si eso lo hiciera parecer menos lo que es: golosinas líquidas”.
La especialista puso énfasis en el caso de los menores de un año. Para los bebés, el Gobierno de la Ciudad “le da a las instituciones educativas la opción de dar mamaderas con leche entera rebajada con agua más azúcar. La receta es la que sugieren los profesionales cuando no existen otras opciones, leche de madre en primer lugar y si no hubiera fórmula. El mal menor ante la pobreza. Ahora bien, pensar esta opción desde el gobierno con más presupuesto del país es ahorrar para enfermar”. Y remató: “Es el gobierno más rico del país. No puede tener esa opción de mamaderas rebajadas. No”.
Cabe recordar que esta misma gestión difundió para las escuelas primarias el programa “Chau paneras”, reduciendo harinas blancas del menú con el objetivo de contribuir a dietas más saludables en la infancia. Esta propuesta, que fue denunciada porque se tradujo en una reducción de porciones, se contradice que el menú que el propio Gobierno de la Ciudad dispone para desayunos y meriendas de las y los más chiquitos.