El Gobierno de la Ciudad modificó el criterio de regularidad escolar, el alumno ahora deberá tener un 85% de asistencia bimestral y no más de 25 inasistencias en el año. La medida afecta directamente en el cumplimiento del Programa Ciudadanía Porteña.
El Ministerio de Educación porteño comenzó a implementar la nueva definición de alumno regular. A partir de ahora, el alumno deberá contar con un 85% de asistencia bimestral. Estos cambios también impactarán en el Programa Ciudadanía Porteña, que se encuentra bajo la órbita del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat, y requiere como contraprestación asegurar la escolaridad de los menores de 18 años.
A partir de ahora, los beneficiarios de Ciudadanía Porteña que reciben un componente adicional de ingresos, en conceptos de menor escolarizado, serán analizados automáticamente cada 3 meses para ver si cumplen con las obligaciones. Si el beneficiario presenta alguna irregularidad en cuanto a su presentismo escolar, desde la escuela se notificará al hogar y se iniciará un abordaje integral con la familia y con el niño, niña o adolescente para regularizar la situación. Si en tres meses no mejora su situación, se le dará de baja el componente adicional por escolarización.
Para el gobierno de la Ciudad, el mejor lugar en donde puede estar un chico es en la escuela. Por eso, trabajamos día a día para alinear incentivos entre las distintas políticas de gobierno, y seguir construyendo una política social cada vez más eficiente y transformadora, que garantice la cobertura alimenticia y que a la vez sea un impulso verdadero a la escolarización de los chicos. La política social es un puente entre donde estamos y dónde queremos estar.
Dicho subsidio se continuará entregando a través de una tarjeta magnética precargada, emitida por el Banco Ciudad y Cabal, que se utiliza únicamente para la adquisición de alimentos, productos de limpieza e higiene personal, útiles escolares y combustible para cocinar.
Objetivos del programa Ciudadanía Porteña
- Contribuir con la disminución de la desigualdad en la Ciudad de Buenos Aires, asegurando la superación de la indigencia y reduciendo significativamente la cantidad de hogares en situación de pobreza.
- Establecer un mecanismo automático, transparente, objetivo y directo de transferencia de ingresos a los hogares que no alcanzan a cubrir sus necesidades básicas, independientemente de su inserción en el mercado de trabajo.
- Fomentar el desarrollo integral de los niños y jóvenes hasta los 18 años garantizando su escolarización en los niveles preescolar, primario y medio, y promoviendo su inserción en jardines de infantes.
- Reducir la deserción y repitencia escolar.
- Facilitar la reinserción y/o continuidad de los jóvenes integrantes de hogares de beneficiarios en cualquier nivel del sistema de educación formal (primario, secundario, terciario o universitario).
- Contribuir en el objetivo de erradicar el trabajo infantil.
- Promover el cuidado de la salud materno-infanto-juvenil, exigiendo los controles médicos que inciden en la prevención, detección temprana y control de la enfermedades y riesgo de muerte.
- Interrumpir los circuitos de reproducción intergeneracional de la pobreza garantizando los derechos sociales y el ejercicio de la ciudadanía.
- Generar mecanismos que faciliten la accesibilidad a la documentación, condición fundamental para la inclusión social.
- Favorecer la autonomía y la autoestima de las mujeres asegurándoles un ingreso en forma independiente.