Las estaciones Pasco y Alberti de la Línea A del subte tienen una particularidad que las caracteriza por sobre todas las estaciones de la red del subte porteño, su historia.
Las semi-estaciones de Pasco y Alberti son lo que diferencia a la línea A del resto. Cada una de estas estaciones posee un único andén que va hacia Plaza de Mayo y Carabobo, respectivamente. Pero en 1913, precisamente desde su inauguración el 1° de diciembre, esta particularidad no existía.
Cuando la Compañía Anglo Argentina la inauguró, Pasco y Alberti tenían dos andenes laterales, con solo un pequeño desfasaje entre ambas. El fin era que se pudieran cubrir mejor el recorrido que más tránsito tenía, que eran los 1,3 kilómetros entre Congreso y Plaza Miserere.
Este primer “tranvía subterráneo” fue muy exitoso. Casi medio año después, el recorrido alcanzaba Caballito y en junio de 1915, algunos coches de las formaciones salían a la calle a continuar el viaje como tranvías hasta Rivadavia y Lacarra. . Este servicio combinado de tranvía y subte terminó en 1926. La popularidad y uso de esta línea aumentó hasta decaer en 1930, con la crisis económica.
Con el advenimiento de la Segunda Guerra Mundial en 1939, Argentina se declaró neutra, a lo que EEUU realizó un bloqueo a la venta de repuestos e insumos. La oferta de servicios de transporte de Corporación de Transportes de la Ciudad de Buenos Aires tuvo que absorber los servicios de trenes, subtes y colectivos, debido a la retracción en la oferta que se hallaba en manos privadas. Como resultado, los subtes recibieron más pasajeros y los tranvías se desgastaron y salieron de circulación.
Varios cambios se llevaron a cabo con el fin de maximizar la capacidad de transporte en los subtes al menor costo. Por ejemplo, se eliminiaron los asientos contiguos a las puertas de las puntas de los coches. Aunque luego se los repusieron a la mayoría en años posteriores al estilo de los cochs Siemens, algunas unidades aún se encuentran vacías en ese espacio, como el coche 13.
Luego de concluida la guerra y haber pasado ya siete años, en 1952 el subte no tenía mejoras importantes y tuvo un récord histórico de 450 millones de pasajeros. Debido al déficit y a la mala imagen pública, se estatizaron los servicios de la Corporación. El Estado invirtió en los tranvías, renovó vías y líenas y agregó más carrozas a las unidades lo que mejoró mucho en calidad de servicio. En los subtes, sin embargo, la inversión no se hizo sentir tanto: solo se reconstruyeron sectores y ampliaron pasillos de combinación. Además se obtuvieron coches Siemens de fábrica argentina por la firma Baseler.
Los andenes Pasco sur y Alberti norte
Las estaciones Pasco y Alberti, cuyos andenes sur y norte habían sido clausurados, también fueron reformados. Aunque aparece que se cerró en 1951-según dice Subterráneos de Buenos Aires, el Anuario de la empresa estatal Transportes de Buenos Aires anota que el cierre ocurrió el 6 de agosto de 1953. Muchas versiones existen sobre su cierre, al haber permanecido con las luces apagadas a la vista de todos.
Una de las versiones explica que debido a los daños que sufrió Pasco Sur durante un incendio en la Casa del Pueblo (sede de Partido Socialista), el 15 de abril de 1953, provocó su cierre. AL parecer, partidarios de Perón habrían comenzado el fuego como respuesta al atentado explosivo que había ocurrido ese mismo día en la estación Plaza de Mayo de la línea A. Hubo daños en la terminal y entre cinco y siete muertos, según varias fuentes.
Otra versión, esta vez sobre Alberti norte, explica que su cierra se debía a la cercanía con la bóveda del Banco Nación.
Una explicación más creíble al parecer seria la versión que explica su cierre por motivos técnicos: se quiso evitar que se detuvieran tan seguido entre estaciones tan concurridas como son Plaza Miserere y Congreso. Antes del cierre debían parar en Pasco sur, después en Alberti sur y luego en Miserere. También se comentó que los dos andenes, Pasco sur y Alberti norte se clausuraron porque los trenes tenían problemas para subir la pendiente que se encuentra en la punta este de Alberti norte. Sin embargo, los trenes suelen detenerse ali para luego avanzar acelerando desde cero.
Después de la clausura
A pesar de haber dejado de ser utilizadas de forma pública, Pasco Sur y Alberti Norte cumplieron distintas funciones desde 1953 hasta el día de hoy. En Pasco Sur, se estima que se almacenan materiales y herramientas que se utilizan para mantener la línea A; aún pueden verse los azulejos y paredes en perfecto estado, incluso los carteles nomencladores de chapa enlozada instaladas de forma trasversal al andén (lo que ya no se emplea). En Alberti Norte, en la década de los ochenta se colocaron maniquíes vistiendo prendas típicas de la década de los veinte, como si estuvieran esperando el subte. En 1994, cuando apareció Metrovías, esta decoración se desmanteló y quedó el andén en desuso hasta que en 2006 la subestación de la línea A reemplazó a subusina Bartolomé Mitre (que se encontraba funcionando desde 1913).
Los mitos
Debido a su clausura, esta estación ha sido protagonista de varios mitos urbanos. Guillermo Barrantes habla sobre los mitos de las semiestaciones Pasco y Alberti en su libro Buenos Aires es leyenda. Allí cuenta que hacia 1913, cuando se iniciaban las primeras excavaciones, «aseguran que se quería hacer una estación y de repente el terreno cedió, todo se derrumbó sobre dos obreros que mueren sepultados vivos» (…) «no se dijo nada, se mantuvo en secreto y se construyeron Pasco y Alberti, que son dos estaciones extrañas, como mutiladas, en las que se usa solo la mitad». En los registros periodísticos de la época no se menciona nada sobre el accidente. Ciertos «eventos» son relatados por trabajadores del Subte y pasajeros, especialmente en la subestación Alberti Norte. Según la leyenda, si uno viajaba en el último subte de la línea A (de las 23:30) se podía ver a dos obreros sentados y con palas en la estación. Ambos te siguen la mirada hasta que desaparece el tren.