La Legislatura porteña aprobó el plan de reforestación del 35% del arbolado urbano que prevé la plantación de un mínimo de cien mil nuevos ejemplares por año y deberá completarse en un plazo de siete años.
Por iniciativa del legislador Roy Cortina y con tratamiento previo en las comisiones de Ambiente y de Presupuesto, se aprobó con 50 votos positivos y 4 abstenciones una ley que ordena implementar un programa especial de reforestación, en el marco del Plan Maestro de Arbolado Urbano de la Ciudad de Buenos Aires.
La iniciativa busca “alcanzar 35% de cobertura arbórea del espacio aéreo dentro del plazo de siete años contados a partir de la entrada en vigencia de la presente ley”, para lo cual se prevé “la plantación de un mínimo de cien mil ejemplares nuevos o el número mayor que resulte necesario para cumplir el objetivo”.
“La definición de los lugares de plantación se realizará en función de aspectos ambientales, paisajísticos y utilitarios, priorizando las planteras de alineación vacías o subocupadas y los espacios de dominio público de las Comunas que registren menor cantidad de ejemplares, conforme los datos del último censo realizado”, dice la normativa del programa.
La ley manda a la autoridad de aplicación a convocar “a las personas y organizaciones de la sociedad civil interesadas” en este plan de desarrollo forestal.
De acuerdo al censo de arbolado público de 2018, se relevaron 431.326 árboles, de los cuales 370.916 se encontraban en veredas mientras que 60.140 emplazados en parques, plazas y jardines.
De las Comunas registradas con menos plantaciones figuraron la 3 -que reúne a los barrios Balvanera y San Cristóbal- con un 11% de cobertura de árboles del total de su superficie; la 14 -Palermo- con 15%, la 9 -de Liniers, Mataderos y Parque Avellaneda- con 15%, y la 10 -de Villa Real, Monte Castro, Versalles, Floresta, Vélez Sarsfield y Villa Luro- con 17%.
“El arbolado público reviste una gran importancia para los centros urbanos de las dimensiones y características de la Ciudad de Buenos Aires, en virtud de su aporte al cuidado del ambiente y la calidad de vida de las personas que los habitan y transitan por sus calles” explicaron desde el Bloque Vamos Juntos.
Por otro lado, remarcaron “su contribución a la reducción de la contaminación a través de la retención de un alto porcentaje del polvo y partículas de carbón en suspensión generadas por el tránsito vehicular, su actuación como eficaz barrera sonora y la prevención de la erosión del suelo”.