Lecturas Cotidianas en el Centro Conti – Último Capítulo

El homenaje por el 95º aniversario del nacimiento de Haroldo Conti concluye con la interpretación de Chacovachi, han participado además Leonardo Sbaraglia, Gemma Rizzo, Alejandra Flechner y Lorena Vega.

Haroldo Conti

El lunes 25 de mayo Haroldo Conti cumplió 95 años. A comienzos de mes, el 5 de mayo, se conmemoró el 44 aniversario de su secuestro y desaparición forzada por la última dictadura cívico-militar. Mayo también es el mes en el que fue creado en la ex ESMA el Centro Cultural que lleva su nombre, hace 12 años, como un organismo público dependiente de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación en el marco de las políticas públicas de Memoria, Verdad y Justicia. 

Todas estas fechas y recordatorios especiales confluyen en Como vida que vivo… Lecturas Contianas, una serie audiovisual de cinco capítulos busca traer al presente a Haroldo a través de sus cuentos, novelas y escritos, en la voz de grandes artistas que han pasado por las salas del Conti en los últimos años. 

Ayer se estrenó el último capítulo de una serie de obras de un autor que nos transporta a universos de soledad, nomadismo, vidas vagabundas y marginadas, en las que también se hacen presente el río, la escritura, la familia y lxs amigxs. 

Las lecturas estarán disponibles para visualización gratuita también en todas las redes sociales:

YouTube: /CCMHaroldoConti – Instagram: @centroculturalconti
Facebook: /centroculturalconti – Twitter: @ccmhconti


Capítulo V

A la diestra. Por Chacovachi


Es el último cuento escrito por Conti. Estaba y permaneció en su máquina de escribir -ante el ruego de su compañera Marta Scavac- en el momento de su secuestro.

Es un homenaje a su tía Teresa (fallecida a comienzos de ese año, 1976) en clave fantástica: la tía está ubicada a la diestra de Dios en el cielo. Allí
hacen un asado celestial como espacio de reunión y celebración.

Se publicó póstumamente en 1978, en la revista Casa
de las Américas no 107.

“Y cuando terminan las ovaciones se oye desde abajo,
desde la tierra pelada que ya invade la noche,

por debajo del álamo Carolina, un aplauso remoto y
solitario que se eleva a los cielos,
hasta la sillita de la tía Teresa”.


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